Después de seis años de permanecer ocultas, una filtración en la Secretaría de Defensa sacó a la luz las cintas de seguridad de la Casa Blanca de los Estados Unidos.

En una tarde de verano, puede verse a Espumita, quien supo actuar en compañía de Trapito, en la falda de Bill Clinton entre arrumacos y caricias.

Fuentes extraoficiales confirman la noticia y revelan que el expresidente le había ofrecido a la pequeña sirena un cargo en su gabinete, quizá como becaria.

Ante el asedio de los periodistas, Clinton negó todo y emulando al acuanauta de la Thunderbird 4 se sambulló en un arroyo cercano y desapareció de la vista de todos. Esto no sorpredió mucho a la prensa, ya que desde su primera gestión todos sospechaban que el señor Presidente era en realidad un pescado.